La importancia de poner música adecuada en un restaurante es igual de importante que no pasarse con la sal en la comida. Un plato no puede quedar ni muy soso ni muy salado. Eso puede hacer que el cliente pida que le cambien el plato o directamente se levante y se vaya del local.La música puede arruinar o mejorar la comida de tus clientes.No es la primera vez que escuchamos que varios clientes se han ido de un restaurante porque la música estaba muy alta o simplemente “era horrible”. Hoy en día la competencia es muy alta como para descuidar detalles tan importantes y de tan fácil solución.
Todos nuestros sentidos afectan la experiencia que vamos a tener en el restaurante, al igual que el olfato, el oído no puede ser apagado. Si un sonido nos molesta, nuestra experiencia en el restaurante será mucho peor, incluso hay estudios que demuestran que la comida puede llegar a tener peor sabor. La música puede influir e incluso cambiar el sabor de un alimento.Estudios neurocientíficos demuestran que lo que comes te puede gustar más o menos dependiendo de la música que estés escuchando en ese momento. Aunque no lo parezca, saboreamos con el cerebro y no con la boca. La lengua es sólo la puerta de entrada y el cerebro el que interpreta los sabores.Comemos con la boca. Saboreamos con el cerebro.Al igual que existen canciones para cada estado de ánimo, existe un estilo musical concreto para cada tipo de comida. Los sonidos agudos y bajos mejoran la percepción de los sabores dulces mientras que los graves o altos realzan el sabor salado, amargo o condimentado de los alimentos. ¿Curioso verdad?Antes de volver a poner una lista aleatoria en tu playlist, piénsalo dos veces. La música es el condimento perfecto para que tus platos se saboreen con todos los sentidos.No seas diferente a tu competencia, se mejor.